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Cuando se hace una película de animación, primero se graba el audio, y a partir de ahí se hacen las animaciones. Aunque luego ves que no podía ser de otro modo, al principio se tiende a pensar que es al revés...

Hasta el día en que me puse a hacerlo. Me di cuenta que no puedes hacer la animación de un personaje hablando, cuando no sabes en segundos reales y exactos cual sería la longitud de la frase. Descubrí en definitiva, que "el audio" es la estructura vital sobre la que se añadirán las imágenes del film.

Aunque duro, fue bonito ir descubriendo por mi mismo las normas del Cine.

Y bueno, aquí es donde vi, que para saltar de la viñeta al fotograma necesitaba tener listo el audio. Y esto me hacía a mi saltar del sofá a la calle; recurrir a amigos, conocidos y a buscar gente por Internet.

Kate era sin duda el peso de la historia, necesitaba a una chica que supiera interpretar bien, y plasmar en un micrófono toda esa emotividad que yo tenía en mi cabeza.

Para ello recurrí a una de mis primas... Cuando éramos pequeños siempre nos estábamos montando nuestros teatros y jugando detrás de mi cámara de video analógico. Por esto pensé que su interpretación vocal sería creíble, además de que tenía una voz dulce…

Y en parte no me equivoqué, sabía interpretar bastante bien. Pero aquel tono dulce ya había pasado a ser un poco el tono estridente que condiciona el habla general de hoy en día. Por decir un ejemplo, llamarle “pescao” al pescado. Y aunque parece fácil ceñirse, la vocalización no era tan sencilla.

Por mencionar otros contratiempos…

Soy “muy” exigente, porque tengo muy clara la idea de lo que quiero y aunque a veces la interpretación sea la correcta, yo insisto en la entonación determinada que tenía pensada.

Otro detalle era la falta de ganas de mi prima, y tampoco la culpo. Es un trabajo muy duro… y yo obviamente no la remuneraba…

Así que tras conseguir un reparto variopinto para el doblaje “callejero” de la 1ª parte, me di cuenta de los problemas que se me venían en la 2ª… Insistir de nuevo a “toda” la gente a la que no le había costado precisamente poco el hacer ya el 1er doblaje; y además, buscar más gente para los nuevos personajes y el montón de extras que aparecen en los juicios… Y pensar que después de la 2ª venían 3 partes más…

A finales del 2005, tuve la suerte de contar con la ayuda de gente más profesional para doblar “todos” los diálogos de la obra completa, referentes a dos de los personajes secundarios más emblemáticos: “Lorena Still”, doblada por Pietat Cruz , compañera de Guión, y “Alan”, por David Serra , mi profesor de Guión.

Pero cansado de ir detrás del resto de la gente, y aún así no conseguir el resultado más profesional, decidí quedarme con los diálogos de Lorena, Alan y algún personaje más y el resto hacerlo yo mismo…

Sí, yo mismo. Hice lo que se llamaría un doblaje de guía donde quedaban cubiertos todos y cada uno de los personajes (incluyendo los femeninos).

Así pospuse la preocupación del doblaje definitivo y continué el video-cómic, tomando como modelo mi doblaje provisional, hasta por fin, terminar la producción visualmente.