Lo que la diferencia de sus antecesoras en formato: Patricio y Mariko Naka, es que esta
vez no estamos hablando de una “mini”-serie, que su humor es cómico pero no absurdo,
y lo más notable, su calidad gráfica, propia de mis historias más serias y elaboradas al
estilo de La otra cara de la verdad.



Con el fin de no pasarme la vida iniciando proyectos y dejándolos colgados por su infinita labor, esta vez he decidido no complicarme la vida y daros a conocer esta historia mediante el tradicional cómic (y eso que yo no los leo), y no produciendo una dificultosa serie de animación.



No obstante existen audio-visuales de esta historia, algunos teasers, trailers, spots o como quieras llamarlo, y un vídeo de créditos que podría ser perfectamente el opening o ending de la serie de animación, si esta existiese.

Está claro que el proyecto queda abierto, y nada me gustaría más que en un futuro, una buena productora quisiera producir la historia audio-visualmente, pero me temo que en España, las productoras de animación (que suelen ser destinadas a productos infantiles), no están preparadas para una historia de este tipo…



En cuanto al género, “-R·T-” se inicia en la comedia, género hasta ahora resignado solo a mis Series, las cuales están un poco en segundo plano ante mis proyectos de largometraje, que para mi son mis “buenas” historias, y utilizan géneros más serios, como el suspense o el drama.

Según esta política mía, esto define una vez más que -R·T- sea una de ‘mis historias buenas', pues la comedia no tarda en mezclarse con la tragedia a medida de su desarrollo; presentándonos una serie de sucesos y experiencias frustrantes y malas para la protagonista, pero divertidas para el lector… pero llegando a un punto, donde su vida realmente nos preocupará y no todo serán risas.

 

Visitas:

Es una de las historias que más se ‘salen' de lo habitual.
De lo habitual en mis historias, y diría yo en general.
Estamos ante una trama que perfectamente podemos imaginar como serie de imagen real, pero que también siendo así, sería extraña por el elemento “cómic” que inunda la estética de la historia.

Pese a que todo el cómic sean dibujos y no fotografías reales, podríamos imaginarnos que es una especie de “¿Quién engañó a Roger Rabeet?” en cuanto a su fusión de personas reales y dibujos.

Ante un híbrido así, ahora lo difícil sería encasillarla debido a su argumento. Pues esta serie de dibujitos “¿infantiles?” se desenvuelve ya en una jerga coloquial, que trata temas actuales como la homosexualidad en estado puro. Presentándonos una elenco de “personajes”, personajes en todos los aspectos, donde encontramos bisexuales, gays, lesbianas y claro… heteros.
Su condición sexual los condiciona y nos divierte. Mientras ellos sufren, nosotros reímos, hasta que realmente acaban preocupándonos.
Creo yo, que es una de las primeras historias de dibujos que no enfocan este factor como elemento cómico, al menos no en su conclusión.
En definitiva, una historia transgresora.